Deseo besar tu piel, cada pulgada.
Solo rozar tu cuerpo, cada curva.
Empaña. Exhalando. Madrugada.
Goce del tiempo, placer y perturba.
Sin otro espejo que tus pupilas.
Dilatada, suave, luna nueva.
Tú las olas, yo el mar de Manila.
Con el propósito solemne de ti.
La yema de un dedo te masturba.
Anclaje de tu cuerpo al roce.
El oleaje tu espalda perturba.
La curva eterna en mi arena...
Cuando tu voz se torna en mi noche
y este mal se me vuelve verbena.
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