sábado, 28 de diciembre de 2013

"A la chingada, sólo hazlo"

Una cosa antes de empezar: Siempre he sido algo tímido. Cuando estoy con mis amigos puedo ser bastante platicador. Puedo conocer gente nueva fácilmente si tengo amigos que me los presenten.
Pero pídeme que hable con un completo extraño y... bueno, lo primero que pasa por mi cabeza es NOPE.avi

Ahora hablaremos de otra cosa: De darse baños ¿Qué tiene eso que ver te puedes preguntar? Aguanta, hermano, no comas ansias...

¿Te has dado alguna vez un  baño con agua completamente fría? Cuando yo lo hago siempre me pongo de pie allí, frente a la regadera, pensando en lo estúpido que es esto, pensando en que no quiero hacerlo. Me acerco al agua, me alejo enseguida. Mi dialogo mental pasa por diversos temas, desde los riesgos fatales de la hipotermia, hasta la seria consideración de no bañarme.

Y entonces digo "A la chingada, sólo hazlo".

¿Y sabes qué? Por un instante la ansiedad sube, el frió es tan malo o peor a como lo imaginas, y luego... luego te empiezas a acostumbrar.

A veces antes de acercarte a alguien (especialmente si hablamos de alguien del sexo opuesto) hay una ansiedad que te detiene. Haces mil y un racionalizaciones, "probablemente esté ocupada", "a lo mejor es una hija de la chingada", "mejor no, puede que sea muy mamona y reaccione mamonamente"... mil cosas, de verdad.

Y en ese momento pienso en el baño frío.
Y recuerdo que el primer choque con el agua helada es la peor parte.
Que es el primer segundo es el que más cuesta.
Que decir "Hola" puede ser difícil; pero si lo haces, lo que sigue es fácil.

Y entonces digo "A la chingada, sólo hazlo".

lunes, 16 de diciembre de 2013

La chica perfecta

Supón que encontraste a la chica perfecta, la más increíble que existe, y lo mejor de todo: tú la amas y ella te ama a ti. Una pregunta ¿Qué harías por ella? Piensa en todo. Supongo que harías todo lo que estuviese en tus manos para que ella fuera feliz ¿No?

Llevarla a algún lugar que le encante, la mirarías y le dirías lo bien que se ve, no dejarías que se olvidase de cuanto te importa, cuan especial es y lo mucho que la amas. Si ella ama hacer algo, lo harías. Verías con gusto esa película ella quiere ver y tú odias. Aprenderías a cocinar (si es que no lo sabes) para poder prepararle una comida deliciosa...

Ahora mira cómo te tratas a ti mismo. ¿Haces por ti las mismas cosas que harías por la chica de tus sueños? ¿Comes comida buena, rica y sana o te la vives comiendo comida rápida? ¿Sales a menudo a hacer las cosas que te gusta hacer o sueles quedarte en casa frente a una pantalla todo el día? ¿Te dices a menudo lo increíble que eres o vives recordándote tus pequeños errores del pasado? ¿Terminas tu día alegrándote de haberlo vivido y pensando que todo valió la pena... o te acuestas a menudo arrepentido y pensando "Mañana voy a hacer que las cosas sean diferentes"?

Cuál te parece más atractivo: ¿El hombre que se trata bien a sí mismo o el que vive una vida que parece odiar?

Empieza a tratarte a ti mismo de buena manera. Date cuenta de que cómo eres y todos los aspectos geniales de ti mismo. VALÓRATE. Ámate a ti mismo y no tengas miedo de demostrarlo; y otra gente te amará por las mismas razones por las que tú te amas.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Otro día.

No puedo esperar para verlos. No tiene ni una semana desde la última vez que nos vimos y ya los extraño. No sé, es estúpido, pero es la primera vez que me siento parte de algo, parte de un grupo, que me siento querido por gente que no tiene obligación alguna de quererme. Ellos son lo mejor, de verdad, y a veces me arrepiento de no decírselos más a menudo.

Ya no estoy con ella, por cierto.

No sé ni por qué escribo esto, supongo que es sólo un reflejo de mi soledad. Últimamente me siento solo. Supongo que tal vez por eso escribo estas lineas, porque necesito hablar un poco sobre mí, a pesar de que las escribo como un diario, supongo que hablar conmigo mismo ayuda.

Empezare hablando de los días recientes: Me he dedicado a caminar, ir al gimnasio, y dormir. Me gusta dormir. Es fácil dormir. No estás despierto, ni tampoco estás muerto, así que es algo así como un ganar-ganar. Aun así estos últimos dos días lo he logrado evitar, puse una alarma y al oírla sonar lo único que quiero es volver a dormir, pero no me lo permito, lo único que me permito es contar hasta cinco. Cinco segundos más. 1, 2, 3, 4, 5. Y entonces me tengo que parar. Hago café, me preparo el desayuno, voy al gimnasio, regreso a casa me baño y hago la comida... ayer me fui a cortar el cabello... luego por la tarde voy a caminar o voy de nuevo al gimnasio.
Haciendo cosas que siento que me hacen bien.
Cosas buenas.
Cosas que me merezco.

Supongo que me ayuda, estos dos días de hecho han estado bien, o al menos lo estaban hasta hace un rato.

Putas circunstancias.

Al menos sé a que se debe este bajón. No como me ha pasado otras veces, normalmente sólo me siento perdido, ansioso, decaído, y lo peor es que no hay una razón. Es sólo algo que está allí, jalándome. No es una emoción, las emociones vienen y van, sería mejor describirlo como un parásito. Es la contradicción: El ver todas las cosas que valen la pena y que aun así nada me anime.

Aun así me queda claro que todo va a mejorar. Así como en los colores hace falta un equilibrio de claros y oscuros, tal vez en la vida sea así también. Tal vez hace falta un poco de soledad y tristeza de vez en cuando para que exista un contraste con los momentos felices. Lo único que hay que hacer es caminar hacia ellos.

domingo, 4 de agosto de 2013

Dejando ir

Tu fuiste quien realmente me oyó
como esperas que te salga
con un "No eres tu soy yo."
No puedo mentir:
si no fuese por ti
seguiría en el hoyo.


No me digas tú
"No es como antes."
Si se siente distinto
es a causa de las partes.

Pero no estoy extrañado

¿Es eso lo que quieres?
Querida, no esperes
que yo reviva el pasado.

¿Años dorados?

Maldito remordimiento,
pierdo el conocimiento.

Demasiado corto el amor,
y casi eterno el sufrimiento.
¿Rápidas son las manecillas?
Contesta 
¿Qué paso?
¿Por qué te ibas?

Amargo desahogo,
dulce acoso.
Inaudible ruego,
para este impagable costo.


Mas tus oídos sordos cambiaron:
Son ahora mi lengua muda.
¿Por qué me dopas?
¿Beneficio de la duda?
Cariño, no te quiero sin ropa,
porque ni así estás desnuda.

Dime chica,
¿Que haz hecho
con el corazón roto que te dí?

Era para ti.
¿Lo perdiste?
Conseguir otro...
¡Ay de mi!

Quebrarlo de nuevo
Jugamos a que yo te creo.
Juguemos a que tú lo rompes.
Imaginemos que hubo algo
más allá del horizonte.

¡Me canso de cuentos!
¡Los ahorro para Caronte!
Oro no me abunda ahora,
se que no lo hará entonces.

Insomnio.
Pequeña,
¿por qué no me acompañas?
En esta cama
(Se prudente)
sueños pasan, pero me engañan.
Cruzamos juntos ese puente.
Cierto, que pensando en ti
es muy difícil ser paciente.
¿Será que nada es diferente?

¡Vete de aquí!
¡Vete de mi lado!
¿Acaso no comprendes?
Quiero olvidar el pasado.

Tu voz en ese movimiento
suena suave como el viento.
Maldita sea la eterna espera;
bendito sea este momento.

Querida, no te escapes;
Quiero olvidar el mandamiento.
Darle vuelta a esta página
para acabar el puto cuento.

Quiza no es culpa de nadie.
Quiza todo es un espejismo.
Pero otra vez me abandonaron
aquí al borde del abismo.

Me oculto en un eterno prado
dibujado en tinta de ruina.
Me siento tan acorralado
ante mi mirada sanguina,
desde el espejo me mira.
Mi alma se ha adulterado,
y por siempre te vas a ir.
Debo aprender a dormir
GRACIAS A DIOS NO ES A TU LADO.

domingo, 30 de junio de 2013

Adiós.

Una vida.
Eso fue lo que pensaba haber vivido antes de conocerla, pero al verla a los ojos por primera vez supe que no había vivido ni un instante.

Un año.
Lo que dediqué a pensar como conquistarla, al finar logré convencerla de ser mía.

Un mes.
31 días desde que encontré el mensaje en su teléfono, diciéndole a una amiga suya que pretendía dejarme.

Una semana.
Es lo que la he tenido atada de pies y manos en el sótano como penitencia por su insolencia.

Un día.
Hoy precisamente, tomé la decisión.

Una hora.
Fue el tiempo que pasé azotándola.

Un minuto.
Es lo que lleva afuera el vecino, probablemente oyó los gritos me castigo causó. Debería ocuparse de sus propios asuntos, ella es mía y puedo hacerle lo que me plazca. Entrometido de mierda.

Un segundo.
Y después de eso habré causado silencio con este filo. Si quiere irse de mi lado, adelante, que se vaya en una puta caja de roble. Adiós.

miércoles, 26 de junio de 2013

La eterna espiral

La página en blanco siempre me hace angustiarme un poco, no me tranquilizo en un rato: intento ordenar mis ideas, escribo y borro. Lo hago una y otra vez, casi como un mantra tibetano, profundo y hondo. Intento combinar las letras en palabras y de ahí en oraciones, pero no, trato de hacer malabares y todo se me cae al piso, y de nuevo no tengo nada.

De pronto algo surge, una pequeña chispa que lo enciende todo y mis dedos bailan rápidamente creándote frases tras frase. Exactamente lo que quería decir. Parece que hoy navegamos a sotavento. ¿Qué mar de literatura recorreremos hoy, capitán? Pero no, avanzar es un sueño imposible y perdemos el rumbo.

Esa voz aparece siempre mientras empiezo un nuevo párrafo  Me dice que deje de lado el papel y busque otra cosa que hacer, supongo que es la voz de alguna parte de mi a la que no le gusta sentirse frustrado. No la culpo. A veces su voz no hace más que sacudirme un poco, pero de cuando en cuando causa terremotos y acabo cediendo. Creo que esta es una de esas veces. Otra página casi en blanco, otra vez que he renunciado, otra carta que no te escribo.

martes, 25 de junio de 2013

Insomnio

En los días nadie lo nota. En las noches no hay nadie allí para notarlo. Para ver que tu nombre está destinado a una lápida.

En los días eres feliz, pero en la cama llegan los miedos y las preguntas sin respuesta; hasta que con el tiempo te acabas acostumbrando al insomnio, lo guardas como un tesoro preciado. Le otorgas un aire intelectual y lo comentas con orgullo.

— ¡Adivina qué! ¡Estoy en el cuadro de honor!—

—Eso no es nada primito, yo tengo insomnio crónico. —

Suena estúpido (de hecho lo es) pero acabas dándole un lugar en el aparador a pesar de que su voz sea la que te rompe el alma lentamente. casi como una maquina de tortura que deja caer gotas de agua que con los años quiebran tu espíritu.

Decides que la mejor manera de dejar de tropezare con la piedra era empezar a caer al suelo con más estilo. Y conforme pasa el tiempo empiezas a cambiar. Dejas de ser tú y te vuelves una foto antigua de ti mismo: Gris, gastada, cansada. Una versión de ti que no puede olvidar porque no conoce más que el pasado. Una versión de ti que sabe bien que hagas lo que hagas nunca serás suficientemente bueno.

Esa versión gastada de ti decide una tarde acudir a ese bar de esquina que lleva allí mas años que tus abuelos. Pides lo mismo de siempre y el mesero va hacia la barra mientras tú piensas que ese hombre cada día está más gordo. Finges prestarle atención a un partido de futmamadas o algo así  realmente ni te interesa. Para ti es sólo una tarde cualquiera porque todas las tardes son iguales.

Alguien grita un "Gol" seco cerca de tu oído, pero ni siquiera te apetece reclamar. Has llegado al punto en el que ni siquiera te interesa fingir. La única manera es "Como sea".

Culpa a quien te haga falta, ríe con quien quieras, no tengas misericordia del castigado.
Cúlpate de todo, ríete de tu desgracia, no tengas misericordia quien se oculta en el espejo.


En la noche te recuerda que no eres ni un héroe ni un intelectual ni una mierda. Eres un cobarde y allí termina la lista.