Encendí la televisión emocionado, eran ya las 11:14 PM,
algo más tarde de la hora de inicio del programa y la entrevista ya había
empezado... los dos reíamos, no recuerdo bien por qué, ahora mismo solo puedo
pensar en lo raro que fue verme a mí mismo en la pantalla.
—Y cuéntanos Mateo: ¿De dónde...
—Matthew.— Lo interrumpí.
Él se rió, medio dejando de lado mi comentario —Claro,
Matthew. Algunos te han llamado un genio, otros te han llamado un artista
incomprendido... otros dicen que no eres más que un pobre idiota que se hizo
famoso de pronto... Entonces dinos: ¿De dónde te inspiraste para crear tu obra?
—He ahí el problema: Yo no lo creé. Yo sólo fui el medio
por el cual la obra surgió. De toda la cornocopia existencial yo no fui más que
el origen de esa idea, de esa unidad básica de la creatividad.
—Bien, bien... Un pensamiento muy profundo sin duda
alguna.— El conductor se volvió a reir... pobre tipo. Se ve que no
entiende nada de nada. —Y nos dicen que tienes un anuncio que darnos hoy
Matthew. Cuéntanos cual es la noticia.
—Claro, con gusto... me enorgullece mucho poder decir aquí
el día de hoy en tu programa, que recientemente se dio luz verde a que yo
realice mi película.— Hice una muy merecida pausa dramática en la cual me quité
los lentes oscuros.— Y justamente esta mañana comenzamos con las
filmaciones.
—¡Un aplauso, por favor, señoras y señores!
Me veo bien mientras sonrio y saludo con todos esos
aplausos sonando.
—Muchas gracias, me han concedido total y completa
libertad creativa para realizar este largometraje, así que es mi intención
poder plasmar en él no solo mi visón artística, sino que quede marcada también
mi visión del mundo. Espero que cuando se estrene todos vayan a verla y la
disfruten mucho.
Apagué la televisión mientras hacían una toma del publico
aplaudiendo de nuevo.
Así es. Ese soy yo. Matthew. El genio, el loco, el
pendejo incomprendido. "La promesa del arte cine de arte mexicano"
digo citando textualmente a un critico de cine del que la verdad ni siquiera
había oído hablar... pero oye, se ve que sabe de esto.
Me reclino un poco en mi asiento, asiento de mi oficina.
Así es: Mía. Solicité al estudio un espacio desde el cual pudiera encargarme de
realizar toda la planeación y el trabajo creativo, y me la dieron... Debería
haber pedido que tuviera un mini-refrigerador. Pero bueno, tengo mi escritorio
y hasta me dieron mis tarjetas.
"Matthew García"
"Realizador y cineasta"
DE PO CA MA DRE.
Me permito por un momento pensar en como en menos de un
año y sin siquiera desearlo pasé de ser un nini promedio viviendo la vida
pendeja, a ser reconocido como artista. Pasé de "15% de los jovenes
mexicanos no estudian ni trabajan" a "Joven artista es furor en la
Cineteca Mexicana"... Pensar que todo comenzó con el tostador roto que
tengo en mi escritorio.
Leonardo estaba grabando, porque le dije que grabara. Es
por eso que siempre digo que eso no fue casualidad, yo sabía que esto no sería
cualquier cosa. Debo haber visto el video unas 2000 veces, sin exagerar, entre
el video original en Youtube, en presentaciones por aquí y por allá, en
exhibiciones, y en Facebook bastantes veces, subida por gente que de seguro no
entiende que mierda está ocurriendo. Gente que no entiende el arte... Aun así
la versión MLG Montage me dio risa, no les voy a mentir.
No puedo resistirme, es como pedirle a un gran cocinero
que se resista a la delicia de su propio platillo. Abro mi computadora para
encargarme de la vez 2001.
Primero Leonardo se apunta a sí mismo y después apuntó al
tostador por un instante y posteriormente a mí. Estábamos en el patio de atrás
de mi casa, sobre el camino de cemento que hay allí.
Le pregunté "¿Ya?" no dice nada, pero creo que
alguna seña hizo porque entonces empiezo a hablar.
—Esta es la herramienta maldita: el sumo pontífice de la
rutina y de la opresión, esta es la máquina.
Y entiéndanlo: esta no es una crítica a este motor de la
apatía.— Señalo al tostador en ese momento. Puro. Pinche. Arte. —Ni
siquiera es una crítica a su sistema. No es otra cosa que un grito desesperado,
un intento por despertar a mis hermanos de la oligarquía de su mecanismo. Amén.
saco un marcador de esos permanentes que huelen bien
chingón y le pinto una cara al costado del tostador.
—Ahora, Leonardo, permítele al mundo atisbar el rostro
del tirano.
—Mateo ¿Qué pedo?
—Acerca la cámara y ya, güey.— Leonardo nunca ha tenido
lo que algunos llaman "mente de artista"—No será sino cuando todos
vean el rostro del opresor, que este perderá su poder.
Salgo de la toma, y en mi pantalla claramente veo el
tostador y el rostro que tiene dibujado.
Se oyen pasos y se ve como me voy acercando, lentamente.
Arte.
Aguardo unos momentos.
Arte.
El bate golpea el tostador justo en medio.
Arte.
Otro golpe, directo al rostro.
Arte.
Uno más.
ARTE.
La maquina está muerta.
ARTE.
Se muestra un par de segundos de sus restos y después
vemos mi rostro. El rostro del genio, el rostro del artista, el cual jadea
ligeramente.
Miro a la cámara unos instantes y sonrío.
El video se corta.
A.R.T.E.
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