lunes, 29 de diciembre de 2014

Estoy enfermo de mí mismo.
Te odio, rostro impune.
Te odio, media sonrisa.
Calla tu risa. Calla por siempre.
Cierra los ojos.
7 por una noche, 100 por una vida.
No hay vida, no hay nada, no hay enigma.
¿Por qué insistes?
¿De quién te escondes?
Los monstruos se han ido.
No son ellos tu temor.
Te temes a ti mismo.
Te temes, te odias.
Por ser lo mejor para ella
he de matar mis demonios.
He de callar mi propia voz.
Aclamar al Dios de un cielo más alto.
Poner alto la condena del tiempo.
Dar tiempo al camino, al viento.
Asfalto de luces, la ruta celeste.
Guíame en mi odio a la sombra.
Intolerable deseo impermeable,
Mi corazón arde y debo aprender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario