domingo, 22 de febrero de 2015

Intoxícame.Dosifícame.Incítame.

No es esto dependencia. 
No es esto del todo a conciencia. 
Pero eres perfecta. Perfecta con tus virtudes y defectos. 
En mi mente hay solo fotografías. Reveladas en un cuarto oscuro. 
Dependientes de la maquina. 
Pero no, tu eres algo distinto. 
Perfección en oleo color mujer, color de tus labios, color de tu pecho. 
Pinceladas de la mano de un ser divino. 
La textura de tu piel, suave como tu voz que me llama desde la oscuridad. 
Inevitable pasar mis dedos por ti, sentir el lienzo de tu cuerpo. 

Obra maestra de la existencia desde los primeros bocetos de tu ser. 
Perfecta en cualquier luz, perfectos en cualquier sitio todos los matices de tus besos. 

Y tu aroma, cada uno. 
Intoxícame. 
Suave perfume que empaña ahora mis besos. 
Dosifícame la vida en besos y caricias. 
E incítame a seguir tocando. 
A arrancar cada hebra de lo que ahora te sobra. 
Obra posiblemente del destino el ponerte en mi camino. 
El único pecado es la ausencia de ti. 

Obra maestra de la existencia, nunca sería para mí un exceso. 
Perfecta en cualquier luz, perfectos en cualquier sitio todos los matices de tu ser. 

Todo sea por sujetar tu mano y caminar contigo. 
Disculpa el argot mundano con el que intento ahora decirte cómo te amo. 
El día que existan palabras adecuadas, palabras al nivel, sonreiré susurrándotelas... Aunque quizá ya las sé. 
Porque hasta en mi silencio, mis ojos claman por ti, y te intentan decir "Te amo". 

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